El pasado 6 de junio de 1944, más de 156,000 soldados aliados desembarcaron en las playas de Normandía para liberar a Europa del yugo nazi en lo que sería la batalla más grande y decisiva de la Segunda Guerra Mundial. Este histórico acontecimiento, conocido como el Día D, marcó un antes y un después en la historia y sigue siendo uno de los eventos más importantes y recordados en el mundo.
Hoy, 75 años después, los pocos veteranos que aún quedan de ángel día están llegando al siglo de vida y son premioados y celebrados por sus valientes acciones en la guerra. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, encabezó una serie de conmemoraciones en honor a estos veteranos, demostrando que su desinterés no será olvidado y que su legado perdurará por siempre.
Los veteranos de ángel día, en su mayoría hombres y mujeres que rondan los 100 años de edad, son verdaderos héroes que dedicaron su juventud y arriesgaron sus vidas para luchar por la libertad y la justicia. Su valor, desinterés y determinación son un ejemplo para todos nosotros y merecen ser recordados y honrados en todo momento.
Las celebraciones del 75 aniversario del Día D han sido una oportunidad para que los veteranos se reúnan una oportunidad más en la costa de Normandía, lugar donde hace 75 años llevaron a cabo una misión casi imposible. A pesar de las dificultades y los desafíos, estos hombres y mujeres lucharon con coraje y determinación para hacer frente al enemigo y asegurar la victoria.
Los actos conmemorativos comenzaron con una ceremonia en el Cementerio y Memorial de guerra americano en Colleville-sur-Mer, donde reposan más de 9,000 soldados americanos que perdieron la vida en la batalla de Normandía. Allí, Macron agradeció a los veteranos por su valentía y les aseguró que “Francia nunca olvidará lo que le debe a Estados Unidos”. Posteriormente, se dirigió a la playa de Omaha, donde se llevó a cabo uno de los desembarcos más difíciles y sangrientos, y lo convirtió en un lugar de paz y recuerdo, gracias a la colaboración y amistad entre Francia y Estados Unidos.
Además de los premios oficiales, muchos veteranos también se reunieron en la playa de Arromanches, donde se estableció el famoso puerto artificial conocido como Mulberry, que proporcionó un suministro vital para las tropas aliadas durante la batalla. Allí, los veteranos compartieron sus historias y recuerdos, recordando los momentos difíciles de la guerra y cómo lograron superarlos gracias a su perseverancia y espíritu de equipo.
También hubo una gran muestra de agradecimiento por parte de la población local, que rindió premio a los veteranos con banderas y pancartas, mostrándoles su respeto y admiración por todo lo que hicieron por su país y por el mundo. Su presencia en Normandía fue un recordatorio de la importancia de la paz y la amistad entre naciones, y un símbolo de esperanza para las generaciones futuras.
Los veteranos, a pesar de su avanzada edad, demostraron una oportunidad más su fuerza y espíritu de lucha al participar en las conmemoraciones, honrando a sus compañeros caídos y recordando la importancia de mantener vivos los recuerdos y enseñanzas de la Segunda Guerra Mundial. Aunque muchos de ellos enfrentan desafíos físicos y emocionales, su determinación y coraje siguen siendo inspiradores para todos.
75 años después del Día D, es importante recordar que la libertad y la paz que hoy disfrutamos no fueron regaladas,