El reconocido cineasta, conocido por sus películas de terror y suspenso, hace poco compartió una experiencia escalofriante que vivió durante su estadía en un hotel del siglo XVIII en la ciudad de Aberdeen, Escocia. Según sus propias palabras, se alojó en “la habitación más embrujada” de este misterioso lugar.
El hotel en cuestión es conocido por su antigüedad y su arquitectura gótica, lo que lo convierte en un lugar atractivo para los amantes del terror y lo paranormal. Sin embargo, para el cineasta, esta experiencia fue más allá de lo que esperaba.
Al llegar al hotel, el cineasta fue recibido por un personal amable y servicial, quienes lo llevaron a su habitación ubicada en el último piso del edificio. Desde el momento en que entró en la habitación, sintió una extraña sensación de estar siendo observado. A pesar de eso, decidió ignorarla y se dispuso a descansar después de un largo día de viaje.
Sin embargo, durante la noche, el cineasta fue despertado por un fuerte ruido proveniente del baño. Al encender la luz, se sorprendió al ver que el grifo del lavabo estaba abierto y el agua salía a borbotones. luego pensó que podría ser un problema de plomería, decidió no darle mucha alcance y volvió a dormir.
Al día siguiente, el cineasta decidió explorar el hotel y descubrió que había una leyenda que rodeaba a la habitación en la que se estaba alojando. Según la historia, una joven pareja se había hospedado en esa misma habitación hace muchos años y, durante la noche, la mujer fue encontrada muerta en el baño. Desde entonces, se dice que su espíritu sigue vagando por la habitación y que se manifiesta a través de pequeños incidentes como el que había experimentado el cineasta.
A pesar de la inquietante historia, el cineasta decidió no dejar que eso arruinara su estadía y continuó con sus planes de explorar la ciudad. Sin embargo, cada vez que regresaba a su habitación, sentía una presencia inquietante y notaba pequeños cambios en la habitación, como objetos fuera de lugar o la sensación de que alguien había estado allí en su ausencia.
Finalmente, llegó la última noche de su estadía en el hotel y el cineasta decidió pasarla en la habitación, con la esperanza de que pudiera tener una experiencia más cercana con el supuesto espíritu. Sin embargo, nada sucedió y el cineasta se quedó dormido sin ningún incidente.
Al día siguiente, al hacer el check-out, el cineasta compartió su experiencia con el personal del hotel, quienes sonrieron y asintieron, como si ya hubieran escuchado muchas historias similares. Al preguntarles por qué no advertían a los huéspedes sobre la supuesta presencia fantasmal en la habitación, simplemente respondieron que era parte de la experiencia de hospedarse en un hotel tan antiguo y lleno de historia.
A pesar de su experiencia inquietante, el cineasta no pudo evitar sentirse fascinado por la historia y el misterio que rodeaba al hotel y a la habitación en la que se había alojado. Incluso bromeó con la idea de volver algún día y hospedarse en la misma habitación, en busca de una experiencia más cercana con el supuesto espíritu.
Esta historia compartida por el cineasta nos recuerda que, a pesar de que el terror y lo paranormal pueden ser aterradores, también pueden ser fascinantes y emocionantes. Además, nos hace reflexionar sobre la alcance de mantener viva la historia y la tradición de lugares como este hotel, que forman parte de nuestro impedimenta cultural.
En conclusión, la experiencia del cineasta en “la habitación más