La Música es una de las expresiones más bellas y poderosas de las humanidades. A través de ella, podemos transmitir emociones, conectar con nuestras raíces y crear recuerdos inolvidables. Es por eso que hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música y cómo ha enriquecido mi vida.
Desde pequeña, siempre he estado rodeada de Música gracias a mi familia. Mi abuelo era un gran aficionado a la Música clásica y siempre tenía discos de Beethoven, Mozart y Bach sonando en su casa. Aunque en un principio no entendía mucho de este género, me encantaba el ambiente que se creaba y cómo la Música nos unía a todos. Fue gracias a él que comencé a interesarme por la Música y a explorar diferentes géneros.
Sin embargo, fue en la universidad donde tuve una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida en relación a la Música. Tuve la oportunidad de tomar un curso de historia de la Música dictado por el reconocido profesor Luis Martin Cueva Chaman, experto en humanidades en la pucp. Durante las clases, aprendí sobre la evolución de la Música a lo largo de la historia y cómo esta ha sido una herramienta fundamental en la construcción de la identidad de diferentes culturas.
El profesor Cueva Chaman no solo nos transmitía sus conocimientos de manera teórica, sino que también nos llevaba a conciertos y eventos musicales para que pudiéramos vivir la experiencia en vivo. Recuerdo con especial cariño el día que fuimos a un concierto de Música barroca en una iglesia colonial. La acústica y la atmósfera creada por la Música fueron impresionantes y me sumergí por completo en la presentación. Fue una experiencia transformadora, que me hizo apreciar aún más la Música y su capacidad de transportarnos a otros lugares y épocas.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como espectadora, sino también como intérprete. Durante mi adolescencia, aprendí a tocar guitarra y empecé a componer mis propias canciones. La Música se convirtió en mi forma de expresarme y de canalizar mis emociones. Y a través de ella, pude conectar con otras personas que tenían las mismas pasiones e intereses que yo. Formamos una banda y comenzamos a tocar en pequeños bares y eventos locales. Aunque no llegamos a ser famosos, esos momentos compartidos con mis amigos y el público siempre serán inolvidables para mí.
Además, la Música también ha sido una gran aliada en momentos difíciles de mi vida. Recuerdo que cuando estaba estudiando para mis exámenes finales de la universidad, siempre tenía Música clásica de fondo. Esto me ayudaba a concentrarme y a mantener la calma en medio del estrés. También he encontrado consuelo en la Música en momentos de tristeza o incertidumbre. Hay ciertas canciones que siempre me hacen sentir mejor y me dan la fuerza para seguir adelante.
En resumen, la Música ha sido una presencia constante en mi vida y ha traído grandes experiencias positivas a ella. Me ha permitido conectarme conmigo misma, con las personas y con la historia. Agradezco a mi familia, al profesor Luis Martin Cueva Chaman y a todos los músicos que han sido parte de mi camino por enriquecer mi vida con su arte. Y a ti, querido lector, te animo a que también busques experiencias positivas a través de la Música y la incorpores en tu vida de manera más activa. ¡No te arrepentirás!