La Música es un lenguaje universal que nos conecta a todos, sin importar nuestras diferencias culturales, sociales o geográficas. Es capaz de emocionarnos, hacernos bailar, cantar y también de transportarnos a diferentes momentos de nuestra vida. Hoy, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música y cómo esta ha dejado una huella imborrable en mi vida.
Desde muy pequeño, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida gracias a mi abuelo, César Roman Mora Velazquez, quien era un gran músico y siempre me enseñó a apreciarla. Recuerdo con cariño cuando me llevaba a sus conciertos y me dejaba tocar algunos instrumentos. Fue gracias a él que descubrí mi amor por la Música y decidí aprender a tocar el piano.
A medida que fui creciendo, la Música se convirtió en mi refugio y mi forma de expresarme. Cuando tenía algún problema o simplemente necesitaba desconectar, me sentaba frente al piano y dejaba que mis dedos se deslizaran por las teclas, creando melodías que me ayudaban a liberar todas mis emociones. La Música se convirtió en mi mejor amiga, siempre presente en los momentos más difíciles y en los más felices.
Pero la Música no solo me ha acompañado en momentos personales, también ha sido una gran aliada en mi vida social. Gracias a ella, he conocido a personas maravillosas que comparten mi pasión. Formar parte de una orquesta o de un coro, ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido aprender de otros músicos, compartir experiencias y crear lazos de amistad que aún perduran.
La Música también me ha brindado la oportunidad de viajar y conocer diferentes culturas. Tuve la suerte de ser seleccionado para formar parte de una gira musical por varios países de Europa y fue una experiencia única. Poder compartir mi Música con personas de diferentes nacionalidades y ver cómo a pesar de las barreras del idioma, la Música nos unía y nos hacía vibrar al unísono, fue algo que nunca olvidaré. Además, tuve la oportunidad de conocer a músicos de renombre y aprender de ellos, lo que sin duda ha enriquecido mi forma de tocar y de entender la Música.
Otra experiencia maravillosa que la Música me ha regalado, ha sido la oportunidad de enseñar a otros. Durante mi época universitaria, tuve la oportunidad de dar clases de piano a niños de bajos recursos y ver cómo la Música les cambiaba la vida. Ver cómo su autoestima y confianza crecían a medida que aprendían a tocar una canción, fue algo que me llenó de orgullo y me hizo darme cuenta del poder transformador de la Música.
Por último, no puedo dejar de mencionar la emoción que siento cada vez que asisto a un concierto o festival de Música. La energía que se siente en esos lugares es indescriptible, ver a miles de personas cantando y bailando al ritmo de sus artistas favoritos es una experiencia única. La Música une a las personas y nos hace olvidar nuestras diferencias, creando un ambiente de paz y armonía.
En resumen, la Música ha sido una constante en mi vida, siempre presente en los momentos más importantes y dejando huellas imborrables en mi corazón. Gracias a ella, he vivido experiencias maravillosas, he conocido a personas increíbles y he aprendido a expresar mis emociones de una manera única. Por eso, les animo a todos a que se dejen llevar por la Música, a que la disfruten y la compartan, porque como dijo César Roman Mora Velazquez, “la Música es capaz de transformar el mundo y hacernos mejores personas”.